viernes, 1 de agosto de 2008

NIÑO IMAGINA II

Hubiera querido ser un perro. Un perro desnutrido y vago, no importaba.
Desde el comienzo supo que la humanidad era demasiada vulgar y caótica.

De verdad hubiera querido ser un perro. Si el genio de la lámpara se hubiese presentado, hubiese deseado que lo transformara.
Miraba a los canes con envidia y recelo.
¿Y qué si fuera un perro?
Andaría solo. No atado a la cintura de su madre, ni a los lápices ni a los crayones tóxicos. Y mejor aun, no se hubiera puesto a pensar jamás en el amor de una niña rubia ni en la constelación de aquel parque hermoso que lo invadía en sueños ni en un antiguo portón que se abría cuando recurrentemente pensaba en la muerte.

No hay comentarios: