viernes, 22 de agosto de 2008

B A N G



I

Aparte había muecas torcidas en los rostros en penumbras.
Había armas en los bolsillos interiores de sus sacos.
Eran una logia poderosa, muy poderosa, que tenía arrenmagada la vida de todos sus morosos deudores, futuros muertos, asesinados.

II

El “príncipe” se quito la chaqueta y la sentó sobre el respaldo de una silla mugrienta.
Su lacayo imitó el gesto de su amo con reververancia, salvo que en este caso la chaqueta cayó al suelo.
Los guardosos guardianes rieron burlones. El más burlón disparó al techo, casi con salvajismo.
El “príncipe” levantó la mano, exigiendo que todo volviesese silencio.

III

Una pared cayó. Abejas mortales se dirigían hacia ellos con urgente venganza.
Los cristales de todo lo que era de cristal estalló en cristales aun mas pequeños que lo que originalmente eran. Nunca había llovido vidrios. Si, balas. Si, sangre. Pero nunca vidrios.
Un matón herido, resguardándose detrás de una heladera, prendió un cigarro y contempló la escena. Parecía estar desquiciadamente feliz.

IV

El”príncipe” lloraba y disparaba.

V

Aparte había muecas de supervivencia, como si todo de pronto hubiese eclosionado, como si de repente la pared y el cristal y vaya a saber uno que idiosincrasia putrefacta hubiese cambiado su vigor. Hubiese disipádose en una niebla mortecina.
Las vidas de aquellas logias parecieran cristalizarse en esas lluvias. Amalgamadas por esas muecas. Custodiadas por esa sangre. Rebobinada por esa burla imperante. Domesticada por esa insignia soberana de príncipe-lacayo-guardia y vaya a saber uno cuanta fila de bosta.

VI
Encontró, desde mi mano, La Muerte a los mercenarios libidinosos, administradores de pobreza.

VII

Bang Bang Bang

No hay comentarios: