lunes, 8 de diciembre de 2008

VISPERAS DE LOS DIAS INOLVIDABLES.

Gente divina, un vals. No puede ser otra cosa la vida, un vals.
La suerte; tu nombre. Nuestros nombres.

Profundo verde nos abraza, los bichitos se nos meten con cosquillas y va el cielo seducido por el sol.
Y nosotros también un poco.

Percudimos en la puesta:
Los parpados angustiados de tanto cartel. Los oídos angustiados de tanto motor, la piel ennegrecida de tanta grasa.

Nocturnas en sol, se adivinan nuestras voces carcajeando.
Muscular, nuestra alegría. Platónica, nuestra cosmogonía.
Abstraídas, nuestras mentes. Ocultos, nuestros temores.

Inolvidables, nuestros días.

DES POSEE

Nunca el presente es como uno se lo futurizó.
Nunca el pasado es lo que fue.
Y nunca el futuro es lo que significa

Cuanto tenia lo dejé caer de mi carro, para que los vagamundos lo encontrasen.
Cuanto tenia lo deje ir; una mujer, madre de mi hijo, sobre un alazán dorado que amansé de potrillo.
Cuanto tenia lo deje atrás.
Atrás, tiempo y distancia.
Cuanto tenia lo abandoné,
para tener pasado e inventar futuro.

Dejé sin respuestas todo lo que me perteneció.
Me adherí al destino.
Hundí mis promesas.
Liberé cuanto tenía.
Igual me descubrieron

ENSAYITO DEL MIEDO.

¿Mi temor, mi mentor, mi hacedor?
No saber como puedo reaccionar.
No quiero asustarlos ni intimidarlos, al contrario.
Pero no saber como puedo reaccionar me contiene, me descompone, me revuelve los órganos. Y saber que una sensación así nunca la tuve con otra experiencia, es suficiente para comprender que cualquier forma en mi se puede revelar como un monstruo; incrementando sus fuerzas, alimentándose cada vez con mas fagocitista excitación del mal que genera el mundo, continuamente.

El mal se cocina como una comida gourmet en una olla popular inagotable. Y aquel producto nos aviva como aire a las cenizas de un fuego

¿Qué tenemos entonces adentro, además de lo que sabemos que no tenemos?

Un engendro. Transformándose incubo, alterándose, desmenuzándose, reciclándose con continuo grito de nacimiento. Y solo su existencia ya es destructiva.

Yo solo se que el pensar en mi temor, es reconocer a otro adentro, que desconozco como puede reaccionar ante circunstancias que también, lamentablemente ignoro.

Ensayo esto para ser consiente que no estoy solo, sino que aún, abandonado en una isla desierta, estoy solo conmigo mismo.

¿Mi temor? Mi mentor, mi hacedor.

Soy el monstruo, el animal, la bestia. Le tengo terror a la otra parte de mí, el hombre.

ENSAYITO DE LA VISUALIZACIÓN.

Visualiza la cuestión.

Hoy te esfumas, mañana ya no vendrás con la bolsita del mercado. Olvidarás con levedad la suciedad del mantel que tanto te distrae a la hora de cenar. Olvidarás las monedas de cinco centavos que se escabullen por los bolsillos agujereados.
Visualiza la cuestión.
No deberás prometer mas nada a nadie. El mar vendrá con su lengua constante a lavarte los pies descalzos. Visualiza. Arroja los zapatos.
La cuestión es no avejentarse entre las paredes como una planta desprotegida, como una polilla encarcelada entre los vidrios de un farol.
La cuestión vendría a ser la forma de evitar ahogarnos de ruido, inundarnos de pozos, alienarnos de culpa, perdonarnos de fe, sucumbirnos en la cópula desanimada, abecedar las costras del alma. La cuestión es visualizar, enfocar.