sábado, 16 de mayo de 2009

LA DESICENCIA DE LOS VECINOS.

Cuando me decida voy a ser ese poeta que fuma en calzoncillos en su balcón, desde tu ventana de la casa de enfrente.
Cuando me decida, también puedo ser el mismo poeta apagándose en su cuarto con el relumbrón del velador en las paredes que se ven a través del balcón, desde tu ventana de la casa de enfrente. Después de que termine de escribir.
Pero, sin antes decidirme, puedo dejar de ser el poeta que se sabe que es poeta porque fuma semidesnudo en su balcón, o el mismo poeta muriéndose cada noche al apagar el velador. Y también el balcón puede dejar de ser balcón para el poeta, y hasta la ventana puede dejar de ser para el balcón; y la ventana, también, puede dejar de estar en frente con su respectiva casa, que dejarás deshabitada cuando ya todo deje de ser sencillamente, cuando vuelvas con tu mirada de estudiante a sacar tu observación de la ventana y vuelvas la concentración a tus apuntes, evitando palidecer ante la percepción de que todo se desvanece; poeta, balcón, ventana, casa, vos y tus apuntes.
Esto claro, cuando nos decidamos o cuando los mismos elementos que nos rodean lo decidan.

3 comentarios:

nahuel dijo...

hola !
geniales tus trabajos che! soy el que te compró los dos libritos y se fue en medio del encuentro por referencia jeje
lo leimos todo ni bien salimos con el micro... siga asi tocayo!
un abrazo

Unknown dijo...

muy lindo lucas...muy lindo!!!!!besote
pd: a mi tambien me gusto el libritooo

Ko* dijo...

Luquita! Si éste no es el mejor texto que he leído escrito por vos, pega en el palo y entra... jajaja
Es exelente, la verdad que necesito leerte cuando escribís así, me llena mucho más...
Fabuloso!
Ah el librito está copado, algunos poemas me gustaron más que otros, sobre todo uno, cuando nos veamos te digo cuál y por qué!
Un abrazo!

Nico Alfonso